¿Por qué en Argentina y Uruguay hablan diferente?

Cuando pensamos que el español es el idioma oficial en más de 20 países, resulta lógico que hayan surgido tantos acentos diferentes a lo largo de la historia. Desde el sensual acento colombiano hasta la confusa, pero interesantísima, forma de hablar de los chilenos; cada acento es único y refleja la esencia del país que lo adoptó. Sin embargo, existen dos países cuyos acentos destacan significativamente del resto. ¿Sha sabés cuáles son? ¡Correcto! Argentina y Uruguay.

Sigue leyendo, a continuación, exploraremos la herencia lingüística de estos dos grandes referentes de la pronunciación en español.
Influencia europea
Para entender por qué Argentina y Uruguay destacan por su singularidad dentro del español en América Latina, es fundamental mencionar la influencia que tuvieron los inmigrantes europeos. A finales del siglo XIX, estos dos países experimentaron una ola migratoria significativa. Millones de europeos, especialmente italianos, llegaron buscando nuevos y mejores horizontes.
Este fenómeno hizo que el español local se mezclara con sus lenguas y dialectos, dando lugar a un acento y un léxico único y peculiar.
¿Vos o tú?
Cuando se trata de pronunciación en español, el español rioplatense se destaca sin esfuerzo. Sin duda, una de las características más distintivas es el voseo, una forma de tratamiento que sustituye el “tú” por el “vos”. El famoso voseo proviene del español medieval y era utilizado mayormente para dirigirse con respeto a personas de mayor estatus social.
Con el tiempo, los países hispanohablantes olvidaron el voseo, reemplazándolo por otros tratamientos de cortesía como “usted”. Sin embargo, Argentina y Uruguay fueron la excepción; ambos países mantuvieron y evolucionaron el voseo, convirtiéndolo en uno de los rasgos más emblemáticos del español rioplatense. ¡Qué forma de marcar la diferencia!
Una marca distintiva: Yeísmo rehilado
¿Lluvia o shuvia? ¿Yate o shate? No podríamos hablar de la particular pronunciación en español que comparten estos países sin mencionar la forma en que pronuncian las letras ‘y’ y ‘ll’. En Argentina y Uruguay, estas dos letras se pronuncian como un sonido similar a ‘sh’ en inglés. Por ejemplo, la palabra ‘calle’ se pronunciaría ‘ca-ye’ en otros países hispanohablantes; sin embargo, los argentinos y uruguayos dirían ‘ca-she’.
Diferencias generales
Hemos mencionado cómo la pronunciación en español y el acento en estos dos países han cambiado la forma en la que se vive el español en América Latina. A pesar de reconocer las similitudes, podríamos preguntarnos: ¿Existe alguna diferencia entre ellos?
¡Por supuesto! A continuación, explicaremos algunas:
- Entonación
Aunque la entonación en ambos países es bastante similar, se destaca que en Argentina las frases suben y bajan, creando un ritmo muy particular. Por el contrario, en Uruguay, la entonación no es tan marcada; en algunas zonas, la forma de entonar puede ser considerablemente más suave y neutral que en Argentina.
- Che y Bo
En Argentina, se utiliza "che" para llamar la atención o referirse a alguien de manera informal. Por otro lado, aunque en Uruguay también se utiliza "che", ellos tienen su propia palabra: ¡Bo! De esta manera, "bo" en Uruguay vendría siendo casi lo mismo que "che" en Argentina. ¡Che, no te lo puedo creer! ¡Bo! Te juro que es verdad.
- Diferencias en el yeísmo
Si bien el yeísmo, o también conocido como sheísmo, está presente en ambos países, en Argentina predomina mucho más el uso de esta característica fonética. De hecho, hay zonas en Uruguay donde las personas pronuncian las letras ‘ll’ y ‘y’ igual que en el resto de los países hispanohablantes.
- Influencia del Portugués
En Uruguay, gracias a su proximidad con Brasil, se ha desarrollado un dialecto influenciado por el portugués conocido como Portuñol. Esta interesante mezcla entre español y portugués es prácticamente inexistente en Argentina.
En definitiva, se puede concluir que las diferencias entre el español de Argentina y Uruguay respecto al resto de países hispanohablantes se deben, en gran medida, a la influencia europea que experimentaron estos países. Esta influencia, sumada a la evolución interna del idioma, ha dado lugar a estos dos acentos tan particulares del español en América Latina.
El hecho de que la pronunciación en español y el acento en estos dos países se diferencian tanto del resto de los países hispanohablantes no solo nos permite apreciar la fascinante diversidad del español. Al mismo tiempo, aprendemos cómo las experiencias históricas y culturales moldean y dan vida al lenguaje.
“Bueno, che, me voy yendo.
¡Nos vemos mañana!
“Dale, bo, que pases bien.
¡Nos hablamos!”